Ingredientes:
Un pollo troceado con huesos y piel.
2 cucharadas de base de kimchi.
500 gr de maicena.
100 gr de harina de trigo.
1 cucharadita de levadura química (Royal).
1 cucharadita de pimentón de la vera.
2 cucharadas de mirin o vinagre de arroz.
2 cucharaditas de jengibre rallado.
Sal y pimienta negra.
Semillas de sésamo para decorar.
Para la salsa:
- 4 cucharadas de miel.
- 2 cucharadas de salsa de soja.
- 2 cucharadas de kimchi.
- 3 cucharadas de ketchup.
Elaboración:
- Mezclamos en un bol la pimienta negra con la sal, el kimchi, el mirin y el jengibre rallado. Untamos bien el pollo con la marinada y al frigorífico entre 2 y 12 horas.
- Ponemos todos los ingredientes de la salsa en un cazo, lo llevamos a ebullición dos minutos removiendo hasta que ligue bien. Reservamos.
- Mezclamos en un bol grande la maicena con la harina, la levadura y el pimentón. Pasamos por la mezcla los trozos de pollo sin escurrir la marinada, hasta que queden completamente cubiertos con una buena cantidad de harina.
- Freímos en aceite bien caliente los trozos de pollo hasta que empiecen a dorarse (3-4 min), y los pasamos al papel absorbente.
- Paso secreto: Retiramos las impurezas del aceite que volvemos a calentar para freír de nuevo el pollo, hasta que queden bien doradito durante un minuto más.
- Cubrimos el pollo frito con la salsa y terminamos añadiendo las semillas de sésamo.