La carne de pavo apenas tiene restricciones nutricionales.
las buenas características nutricionales que caracterizan a la carne del pavo permite asegurar que se trata de un alimento apto para todos los públicos, sin importar la edad ni las condiciones de salud. De hecho, por ejemplo, se trata de un alimento muy recomendado durante el embarazo, pues apenas aporta calorías y sí vitaminas, minerales y proteínas.
Sin embargo, no hay que confundir la carne magra de pavo con los derivados de este animal, como el fiambre de pavo, ya que al contener en su composición azúcar, grasa, sal, etcétera, no se recomiendan en personas con hipertensión, hipocolesterolemia, retención de líquidos ni diabetes. En este sentido, podemos decir que su consumo diario general no es demasiado recomendable.
Los embutidos de pavo, menos saludables
Y es que los embutidos derivados del pavo cuentan con el inconveniente de que se les añaden numerosos conservantes, además de contar con más grasas saturadas y un mayor índice de sodio, lo que resta los beneficios saludables de este alimento. Por ello, cuando elegimos fiambre, es recomendable decantarse por la pechuga de pavo baja en sal, pues en este caso se reducen los inconvenientes. Incluso, es posible encontrar en el supermercado pechuga de pavo sin gluten y sin lactosa, lo que hace mucho más recomendable su consumo para las personas intolerantes.